Cada abrazo, cada sonrisa, cada lagrima, cada hostia que te has dado, cada cosa tan insignificante como importante que te identifica.
De buena que eres, eres tonta. De hecho, tienes un corazón tan grande que no te cabe en la palma de la mano.
Pero, ¿sabes que es lo que más me gusta de ti? Tú sinceridad hacia mí.
Me has ayudado una y otra vez, me he caído miles de veces, y tú me has recogido..
Gracias por cada momento, sin duda nos ha pasado de todo. Sin embargo cada uno de ellos para recordar.
Hemos reído, llorado, hemos bailado, hemos cantado, y sobretodo, hemos estado juntas ante cualquier situación.
Y por no decir que me encanta cuando intentas enfadarte pero no puedes.
Eres una cabezota, si yo digo negro, tú blanco, siempre tienes que ir al contrario, pero al fin y al cabo siempre te sales con la tuya.
Me has demostrado y mucho más que eso que puedo confiar en ti, y no me cabe ninguna duda. Sabes que para mí tu eres lo más importante. Sé que alguna te he fallado y sin duda siempre te he tenido ahí. Sé que por muchas hostias que me meta vas a estar a mi lado y no sabes lo que me reconforta eso.
Pequeñas sonrisas tuyas hacen que el día más gris sea el favorito en mi calendario, hacen que las miradas sean como llaves que guardan nuestros secretos.